«A nuestros creyentes les importa sólo en parte que Dios les perdone sus deudas, pero en cambio piden de rodillas, con lágrimas en los ojos, que no les falte el pan nuestro de cada día. Y ese Pan Nuestro no es —estoy seguro— un mero símbolo: es un pan alemán de a kilo.»
Mario Benedetti,
La Tregua