“Exigimos todo de los demás y nos enfadamos con ellos si no nos facilitan la vida que hemos imaginado en nuestra fantasía. Pero ya pueden los demás esforzarse cuanto quieran para satisfacer nuestros deseos, porque nunca los alcanzarán, pues nuestros deseos son excesivos, ilimitados”.
Anselm Grün,
Incertidumbre