«Si los funcionarios supiesen oír, informar, explicar, tener paciencia, servir, tolerar y sonreír. Si el público supiese esperar, respetar el horario, cumplir con los requisitos, tolerar y sonreír. Todos nos ahorraríamos muchas broncas y berrinches, mucho tiempo perdido y tanta acidez de estómago».
Joaquín Antonio Peñalosa,
México mi amor